G6_Reacciones químicas conocidas-04
Ahora imagina que todo el oxígeno necesario para la reacción química pudiera estar dentro del combustible. No habría necesidad de traer oxígeno del aire exterior. La reacción química podría ser incluso más rápida que la reacción que ocurre dentro de un dragster. También podría liberar mucha más energía. ¡Esto es lo que pasa en un cohete! Un cohete es diferente a un motor en cuanto a que el combustible de un cohete contiene todo el oxígeno necesario para generar una reacción química.
Los cohetes se utilizan en lugares donde los motores no funcionan, como en el espacio exterior o muy en lo alto de la atmósfera donde hay muy poco o nada de oxígeno. Chuck Yeager fue la primera persona en romper la barrera del sonido en 1947 a bordo del avión cohete Bell X-1. Qué emocionante debe haber sido volar por la atmósfera con un poderoso cohete colocado directamente detrás. Por cierto, debe haberse sentido seguro también ya que iba sentado sobre otro aparato explosivo.
Probablemente has oído hablar sobre los asientos de eyección en los aviones, pero ¿te has preguntado cómo funcionan? A diferencia de una bolsa de aire que se despliega para dar protección, el aparato que hay debajo del asiento del piloto lo lanza hacia arriba y lejos del avión. Incluso si el avión está fuera de control y un impacto es inminente, el piloto puede jalar la palanca de eyección. El aparato es en realidad un pequeño cohete que lanza el asiento del avión hacia arriba fuera de la cabina de control.
Esta reacción química es tan violenta que un piloto pierde una pulgada de estatura de la compresión causada por la súbita aceleración. Es tal vez una de las últimas cosas que un piloto quisiera hacer, pero es mejor que la otra alternativa de estar en el avión cuando este se estrelle.
Los carros pueden ser rápidos, los dragsters incluso más rápidos ya que la velocidad de la reacción química se acelera y la cantidad de energía liberada aumenta. Chuck Yeager fue capaz de volar más rápido que la velocidad del sonido. Los astronautas van incluso más rápido debido a las reacciones químicas. Aunque parezca difícil de creer, los astronautas que orbitan la Tierra van muy rápido. Simplemente, para entrar en órbita se requiere una velocidad de 18,000 mph.
Así que, la próxima vez que te subas a un coche, piensa en todas esas pequeñas explosiones que están sucediendo debajo del cofre. También piensa en la reacción química explosiva que está
lista, en caso de que la necesites, para mantenerte a salvo. No todas las explosiones son malas. Muchas de ellas nos permiten ir más rápido o mantenernos a salvo. Debemos darles las gracias a los ingenieros y científicos que trabajan para controlar estas reacciones químicas y usar su poder para mejorar nuestras vidas.