G7-Más allá de lo visible: Las nuevas tecnologías fotovoltaicas-1080L-03

Energía del Sol

En un tiempo, se pensó que la luz que vemos era una sola entidad homogénea. Ahora sabemos que la luz blanca es una combinación de diferentes colores, o longitudes de onda, de la luz. Todas estas longitudes de onda son solo una pequeña parte de lo que los científicos llaman el espectro electromagnético (EMS). Parte del espectro electromagnético se puede ver cuando observamos un arcoíris. Los arcoíris ocurren cuando la luz pasa a través de las gotas de agua de lluvia y se refracta, o dobla. Esta refracción hace que la luz se separe en sus longitudes de onda individuales, o colores.

Fue este mismo efecto el que ayudó a William Herschel a descubrir la radiación infrarroja, la longitud de onda justo más allá del espectro visible rojo. Se considera un gran avance científico el momento cuando William Herschel notó que había diferencias de temperatura en la luz que pasaba a través de un prisma. Pasar la luz blanca a través de un prisma la separa en los diferentes colores de la luz presentes en el espectro visible entre 400 nm y 780 nm. Herschel notó que la temperatura más alta era la de la luz rojiza y la más fría era la de la luz azul. Fue solo un año más tarde cuando Johann Ritter, trabajando en el otro extremo del espectro, notó lo que llamó “rayos químicos”. Estos rayos de luz invisibles eran capaces de causar reacciones químicas. Estos rayos químicos fueron renombrados más tarde como radiación ultravioleta. Es importante entender que la energía existe en diferentes niveles dentro de las longitudes de onda más allá de la luz que somos capaces de ver.