G6 – La Pequeña Edad de Hielo-02

Introducción

La Tierra acababa de salir de un período de siglos de enfriamiento global. Este período de enfriamiento global comenzó en el siglo XIV y duró hasta el siglo XIX. Fue conocido como la Pequeña Edad de Hielo. La Pequeña Edad de Hielo duró unos 500 años. Durante estos años causó muchas desgracias a la agricultura en todo el mundo debido a que las temperaturas medias estuvieron 0.4–0.7 oC (0.7-1.3 oF) por debajo de lo normal. Si bien no fue una verdadera era de hielo, las dificultades a nivel mundial provocadas por este descenso en las temperaturas fueron muy significativas. Aunque los efectos están bien documentados, la causa de la Pequeña Edad de Hielo sigue siendo esquiva, o difícil de identificar. Dos de los principales sospechosos son los patrones globales de circulación de la Tierra.

Volcanes

Hay muchos volcanes en todo el planeta. Algunos de estos volcanes se consideran activos, mientras que otros se cree que están inactivos. Para ser clasificados como activos, los volcanes deben haber tenido una erupción en los últimos 10 mil años. Los volcanes inactivos se clasifican como tales si no han tenido una erupción en los últimos 10 mil años.

Todos los volcanes, tanto activos como inactivos, son monitoreados y rastreados cuidadosamente para detectar cambios que podrían indicar una erupción inminente. Los volcanes se pueden encontrar en todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos. El estado de Hawái por sí solo tiene tres volcanes que se consideran activos. El estado de Washington, en la costa oeste de los Estados Unidos, es el hogar del volcán llamado monte St. Helens. El monte St. Helens estalló no hace mucho tiempo, en 1989. Un volcán en erupción puede ser increíblemente peligroso y tener efectos de largo alcance. Un ejemplo de una erupción volcánica mortal ocurrió hace unos doscientos años en la isla de Sumatra, al sur de China.


El 10 de abril de 1815 entró en erupción el Volcán Tambora en Sumatra, lanzando hacia el cielo unos 41 km3 (9.8 mi3) de ceniza, gas, lava y tierra, conocidos como material piroclástico. Lo que sonó como disparos se oyó en la isla de Sumatra a más de 2,600 km (1,600 millas) de distancia. La cantidad de material piroclástico era tan grande que bloqueó la luz del Sol. Durante dos días una oscuridad total alcanzó a cubrir lugares tan lejanos, localizados a 600 km (370 millas) de la cumbre de la montaña.

 Sin embargo, esto fue sólo el comienzo de la devastación. La emisión de gas y polvo de Tambora a la atmósfera fue tan grande que llegó incluso a trastornar el clima de todo el planeta.