G4 – Tipos de meteorización 760L – 02

En la mayoría de las áreas, la corteza rocosa de la Tierra está cubierta por una capa de sedimento. ¿De dónde salieron todos estos sedimentos? Para responder a esta pregunta, tendrás que aprender acerca de un tipo de degradación natural conocido como “meteorización”. La meteorización es cualquier proceso que rompe rocas en trozos más pequeños.

Las piezas más pequeñas se llaman sedimentos. Los sedimentos pueden variar en tamaño desde grandes peñascos hasta pequeñas partículas de arcilla.

La degradación de las rocas es la manera en que se forman los sedimentos. Hay dos tipos básicos de meteorización: mecánica y química. La meteorización mecánica implica movimiento. Es el movimiento lo que rompe las rocas. Este tipo de degradación no cambia la composición química de la roca. Algunos tipos de meteorización mecánica son la cuña de hielo y la abrasión.

La cuña de hielo se produce cuando el agua se filtra dentro de grietas en rocas y se congela. Cuando el agua líquida se convierte en hielo, se expande. Esta expansión presiona contra las grietas en las rocas causando grietas más grandes. Cada vez que se forma una grieta, el agua puede penetrar más y más profundamente en la roca. Cada ocasión que se congela, la roca se divide en más y más fragmentos. Los baches en las carreteras son evidencia de cuñas de hielo en los estados del norte.


La abrasión ocurre cuando las rocas son golpeadas por otros materiales. Este material puede ser otras rocas. Por ejemplo, pueden estar rodando por una colina debido a la gravedad. La abrasión también ocurre por el movimiento del agua. Las piedras pequeñas pueden ser arrastradas a través de una corriente veloz de agua y rasparse al chocar con otras piedras.

El viento también puede causar abrasión. Pequeños sedimentos pueden ser arrastrados por el viento. Este sedimento golpeado por el viento puede causar grandes daños a las rocas existentes. En todos los casos de abrasión, los escombros que golpean las rocas pueden hacer que se rompan o se desgasten. Con cada golpe, las rocas se descomponen en piezas más y más pequeñas.