G4-Erosión: suelo en movimiento 830L- 02
Entras corriendo a casa gritando: —¡Ganamos! Ganamos el juego.
Tu madre se ríe y sacude la cabeza mientras mira tu uniforme. —Eso es fantástico —dijo—, pero podrías haber dejado algo de esa suciedad en el campo de béisbol.
Miras la parte del frente de tu uniforme. Está todo lleno de tierra de cuando te barriste en tercera.
Por el momento, tu madre no ve mucho uso para la tierra, especialmente porque está en tu ropa. El término tierra se refiere a cualquier sustancia que cubre una superficie. Lo que realmente tienes cubriendo tu uniforme de béisbol es un tipo de suelo. El suelo se compone de pequeños trozos de roca o plantas y animales en descomposición que se han ido deshaciendo a lo largo de cientos, o incluso miles de años. El suelo es un recurso extremadamente importante debido a esta mezcla de materiales. Claro, en este momento, tu madre no estaría de acuerdo.
Tal vez no existiera vida en la Tierra si no es por esa capa muy delgada de suelo que cubre nuestro planeta. El suelo, al igual que el aire y el agua, es un recurso importante que debe cuidarse. Cultivamos nuestros alimentos en el suelo. El suelo también produce otros cultivos como el algodón. Si bien es cierto que no comemos algodón, este proporciona el material para la ropa que usamos. Construimos nuestras casas con la madera que cortamos de los árboles que crecen en el suelo. El suelo parece estar en todas partes. Parece que tenemos mucho y que nos sobra. Entonces, ¿por qué tenemos que cuidarlo?
produjo estas características.
Se necesitan al menos cien años para que se produzcan dos centímetros y medio (una pulgada) de suelo. El suelo es creado por un proceso llamado meteorización o degradación. La degradación convierte la roca sólida en sedimentos al irla partiendo poco a poco en trozos más pequeños. Eventualmente, las rocas se descomponen en granos de arena, limo y arcilla.
El suelo está hecho de estas pequeñas partículas de roca, además de una mezcla de trozos pequeños de materia vegetal y animal en descomposición. Sin la degradación, no tendríamos esta mezcla que produce el suelo.