G7-Corrientes oceánicas-03

Un ejemplo del efecto de la cinta transportadora oceánica sobre el clima es la Corriente del Golfo. La Corriente del Golfo fluye a través del Golfo de México y a lo largo de la costa este de Florida. Esta corriente superficial impulsada por el viento empuja el agua ecuatorial caliente por la costa este de los Estados Unidos hacia el norte y luego hacia afuera en dirección al Atlántico Norte, enfriándose a medida que viaja hacia el norte. Una vez que llega al Atlántico Norte se ha enfriado lo suficiente y se hunde en una región llamada Masa de agua profunda del Atlántico Norte. Esta agua caliente de la Corriente del Golfo tiene un gran impacto en la temperatura y las condiciones climáticas del continente europeo.

¿Qué pasaría si esta circulación se desacelerara o incluso se detuviera? Mirando a Europa como ejemplo, la evidencia sugiere que las precipitaciones aumentarían en las altas latitudes al norte. Si los casquetes polares y los grandes glaciares continentales como Groenlandia comenzaran a derretirse, inundarían el Atlántico Norte con una gran cantidad de agua dulce. En teoría, esta acción desviaría la Corriente del Golfo. Las cálidas aguas procedentes del Golfo de México no llegarían a las islas británicas ni a Europa. Sin estas corrientes, el clima de Europa se vería seriamente afectado. La región experimentaría temperaturas más frías y un aumento en las precipitaciones.

¿Fue la desaceleración de la termohalina responsable de la Pequeña Edad de Hielo?

La Pequeña Edad de Hielo fue un período de enfriamiento global que comenzó en el siglo XIV y duró hasta el siglo XIX. La Pequeña Edad de Hielo causó muchos problemas a la agricultura en todo el mundo debido a que las temperaturas medias a nivel mundial estuvieron 0.4 – 0.7 °C (0.7 – 1.3 °F) por debajo de lo normal. Si bien no fue una verdadera edad de hielo, sí causó grandes conflictos por todo el planeta por tantos siglos de temperaturas más bajas de lo normal. Los científicos siguen especulando sobre qué pudo haberla causado.

Una teoría es que el Período Cálido Medieval que le precedió fue una de las causas de la Pequeña Edad de Hielo. Este período de calentamiento pudo haber originado un gran e inusual derretimiento del glaciar en Groenlandia. Este derretimiento, dice una propuesta, pudo haber originado un aumento en la cantidad de agua dulce que entraba en el océano Atlántico Norte. Esta infusión de agua dulce podría haber alterado la circulación de la termohalina para que las cálidas aguas de la Corriente del Golfo no llegaran a las costas de Europa.