G5_Todo lo que brilla 700L_01
El Sr. Jones entra en el salón de clases como cada mañana. Pero hoy, tus ojos se sienten atraídos inmediatamente hacia lo que sostiene en una de sus manos. ¿Es eso una barra de oro? “Debe ser rico”, piensas tú.
—Bueno, clase, comencemos nuestra lección de ciencias —dice el Sr. Jones—. Ayer, vimos algunas propiedades de la materia. Hoy vamos a empezar a aprender sobre mezclas. Ahora bien, ¿qué es lo que creen que tengo en mi mano? Unos cuantos estudiantes gritan —¡Oro! ¡Oro! —El Sr. Jones se rió entre dientes.
—¿Han escuchado la frase “No todo lo que brilla es oro”? —pregunta a la clase—. La frase proviene de una obra de Shakespeare llamada El mercader de Venecia. La frase es una advertencia sobre los metales y de qué están hechos. ¿Qué creen que tiene que ver esto con las mezclas y con las propiedades de la materia? —pregunta mientras mira por encima de sus anteojos de montura de alambre con su típica mirada interrogativa.
—¿Acaso no es una barra de oro de verdad lo que trajo? —le pregunta tu amigo Clarence, decepcionado. El Sr. Jones se hace hacia atrás, se ríe en voz alta y luego dice —¡Por supuesto que no es oro! Es un ladrillo que pinté con aerosol para que pareciera dorado, pero seguro que llamó su atención y me ayudó a probar mi idea. ¿Cómo podemos saber de qué está hecho algo?
El Sr. Jones continuó su explicación diciendo que los científicos frecuentemente mezclan diferentes metales. Al hacerlo, consiguen cambiar las propiedades físicas del metal. Tal vez necesite ser realmente fuerte. Tal vez tenga que soportar temperaturas muy altas. Tal vez se necesite que no se oxide ni se corroa. Tal vez se haga para que el material cueste menos. Al mezclar diferentes metales, es posible mejorar las propiedades de un nuevo metal.
El maestro nos dice que pocos metales se utilizan en su forma más pura. Esto se debe a que la mayoría de los metales puros son demasiado blandos para ser útiles para lo que lo que algunos necesitan. Por ejemplo, el hierro se mezcla con carbono para formar acero. El acero es más duro y ligero que el hierro. Esto lo hace que sea más útil para hacer cosas. Piensa en los edificios. No sería muy seguro construir un edificio con un metal blando. Un metal más duro y liviano, como el acero, es mejor para la construcción. Para hacer acero inoxidable, se agrega cromo a la mezcla de hierro y carbono. El cromo hace que el acero sea mucho más duro y también menos propenso a oxidarse.