G5 – ¿Cómo se hacen los refrescos? 850L – 03

¿Cómo se hacen los refrescos?

Los ingredientes necesarios para hacer sodas son muy simples. La mayoría están hechas de una combinación de agua carbonatada, azúcar y saborizantes.  El agua carbonatada es el 94 por ciento de un refresco. Algunas aguas de manantial son gasificadas de forma natural. De ahí proviene la idea. Ahora existe un proceso de fabricación que inyecta CO2 en el agua natural o no gaseosa. El dióxido de carbono agrega esa espuma y efervesencia especiales a la bebida. Las burbujas que ves en el vaso son el CO2 convirtiéndose en gas a medida que se libera la presión después de que se rompe el sello.


La efervescencia que a menudo se menciona en los refrescos proviene del proceso de gasificación. Las bebidas carbonatadas deben mantenerse bajo presión o el CO2 se dispersará en el aire. Cuando agregas dióxido de carbono al agua, la solución que se forma se llama ácido carbónico. Las bebidas carbonatadas también pueden contener ácido cítrico, que le da a las bebidas un sabor a limón. En ambos casos, estás bebiendo un ácido débil. Es por eso que la soda es tan mala para tus dientes. No es solo el azúcar lo que puede hacerles daño; el ácido también puede desgastar el esmalte.

El azúcar es el segundo ingrediente principal de las sodas. Constituye de un 7 a un 12 por ciento de un refresco. Revisa las calorías en la etiqueta de una lata pequeña o una botella de refresco y verás que tienen mucha azúcar. Sin embargo, sin ese sabor dulce, la soda no sería una bebida tan popular.

El sabor general de un refresco depende de un balance de dulzura y acidez (pH). Cantidades muy pequeñas de otros aditivos mejoran el sabor, el aroma y la apariencia de la bebida. Existe una variedad infinita de saborizantes, tanto naturales como artificiales, que pueden agregarse a la soda. Para detener el desarrollo de microorganismos y prevenir el deterioro, se agregan también conservadores. Los antioxidantes, como el BHA y el ácido ascórbico, mantienen el color y el sabor.