G7-Nuestra indispensable Luna – 03

Nuestra indispensable Luna

Hace unos 4 mil millones de años, la Tierra había desarrollado océanos, pero todavía era un mundo estéril y sin vida. Esta Tierra primitiva giraba salvajemente cada 12 horas. La Luna orbitaba la Tierra a una distancia más cercana a la actual. Como resultado, las mareas eran más frecuentes y extremas. Algunos científicos creen que este movimiento rápido y extremo de las mareas puede haber sido el ingrediente necesario para el desarrollo de la vida en la Tierra.


El movimiento de las mareas pudo haber sido lo que la Tierra primitiva necesitaba para dar el primer paso hacia la creación de la vida. Estas mareas extremas pueden haber desempeñado ese papel crítico que ayudó a formar los ácidos nucleicos precursores necesarios para el desarrollo de la vida temprana. Aunque algunos científicos argumentan que la Tierra pudo haber desarrollado vida aun sin ella, tener una gran luna cerca probablemente ayudó.


La Tierra giratoria y el clima

Con el tiempo, la Luna se alejó lentamente de la Tierra. Este movimiento ayudó a frenar la rotación de la Tierra. Actualmente, la Luna está aproximadamente a 240 mil millas de la Tierra, mucho más cerca que el Sol a sus 93 millones de millas. Aunque el Sol es capaz de producir una gran atracción gravitacional, su fuerza se disipa exponencialmente debido a la gran distancia que lo separa de la Tierra. Aunque la Luna es mucho más pequeña, produciendo así una atracción gravitacional menor, está muy cerca. Esta atracción constante ejercida sobre la Tierra por la Luna ayuda a que su rotación sea más lenta. Sin la Luna disminuyendo la velocidad de la rotación de la Tierra, los días serían más cortos. Días más cortos resultarían en una disminución en las temperaturas globales promedio de la Tierra. Incluso, una caída de la temperatura de unos pocos grados tendría un impacto significativo en la producción de alimentos.