¿Lo apagamos o dejamos que se queme?900 – 1000L_01
Miras por la ventana temblando e inmediatamente empiezas a gritar: —¡Mamá, veo humo!
Tu madre corre hacia la ventana y confirma lo que has visto, al observar ella misma el humo que ondea a lo lejos. Desde hace unos días, un incendio forestal ha estado ardiendo sin parar en un valle cercano.
—Vamos a meter nuestras cosas en el coche inmediatamente —te dice a ti y a tu hermana mientras toma a toda prisa las fotos familiares de la chimenea. Sus maletas y objetos de valor ya están preparados ya que han estado observando el progreso del incendio durante los últimos días. Mientras suben las cosas al coche, un guardabosques para su camión frente a tu casa.
—Oh, qué bueno, ya están listos para irse —dice—. Los vientos han cambiado y el fuego se está moviendo ahora en esta dirección. —Tu madre sabe que aún tienen muchas horas antes de que el fuego llegue cerca de su casa, pero es mejor irse ahora solo para estar a salvo. Todos suben al coche junto con Charlie, tu labrador retriever, y comienzan su camino hacia abajo de la montaña.
—Parece que vamos a estar con la abuela unos días —les explica tu mamá a los dos. Los incendios no son nuevos en esta región del país. De hecho, fue un día como este que marcó el comienzo de una de las campañas para detener incendios forestales más exitosas en los Estados Unidos.
—Cuéntanos más sobre ese día, mamá —preguntas, aliviado de ver el humo detrás de ti cada vez más lejos mientras continúan bajando por la montaña.