G6_Reacciones químicas conocidas -02

¿Te atreverías a sentarte cerca de una bomba o algún otro dispositivo que pudiera explotar? Tal vez te sorprendan las razones por las que deberías hacerlo. De hecho, hay muchas buenas razones para sentarse cerca de un aparato explosivo. Una razón es que la persona tal vez quiera ir rápido. Otra razón es que quiera estar segura.

Es difícil imaginar cómo es que un aparato explosivo, o lo que algunos llamarían una bomba, pudiera estar de algún modo relacionado con la diversión y la seguridad.

En realidad, cada vez que te metes a tu coche, un aparato explosivo está listo para entrar en acción y protegerte en una fracción de segundo.

Tal vez sea difícil de entender, pero las bolsas de aire de los automóviles son en realidad pequeños aparatos explosivos. 

Una bomba, o explosión requiere de un cambio químico para que pueda ocurrir. Los cambios químicos también ocurren cuando se quema madera o se cocinan alimentos. Algunos cambios suceden lentamente, como la combustión de un leño en una fogata. Otros cambios químicos se dan más rápido. Los cambios químicos extremadamente rápidos son llamados con frecuencia explosivos. Las explosiones, como las provocadas por los fuegos artificiales, no son más que cambios químicos.

A diferencia de los cambios físicos (cuando la sustancia no cambia), un cambio químico ocurre cuando una sustancia es cambiada, o se transforma en una sustancia nueva. Por ejemplo, un pedazo de madera que es quemado se transforma en cenizas y gas. Los cambios químicos requieren que se mezclen dos o más sustancias. El resultado de esta mezcla es la formación de una sustancia completamente nueva. Como ejemplos de evidencia de un cambio químico están los cambios de color, la producción de gas, los cambios de temperatura, etc.

Entonces, ¿qué tiene que ver un cambio químico, o más específicamente una reacción química, con el hecho de ir muy rápido? De hecho, ¡todo!