G8 – Una estrella para el cumpleaños de mamá -02
Falta solo una semana para el cumpleaños de mamá y papá ha entrado en pánico absoluto. Se pone así todos los años porque nunca sabe que comprarle. En todos estos años, no ha tenido la mejor de las suertes cuando se trata de encontrar el regalo perfecto. No es que sea flojo. Realmente hace un gran esfuerzo. Lo que pasa es que difícil comprarle algo que le guste a mamá. Actualmente, no hay mucho dinero disponible en tu hogar, por lo que papá no puede ausentarse del trabajo y llevarla de viaje a algún lugar. Ella realmente no tiene un pasatiempo especial, a menos que consideres beber café ostentoso un pasatiempo. El año pasado, ¡el regalo de cumpleaños de mamá fue un fracaso estrepitoso! A pesar de que le advertiste, él le compró una aspiradora y pagó las consecuencias durante muchas semanas. Este año ha decidido que el resultado del regalo de cumpleaños será notable. Con el dinero que recibió de la venta de lo que él llama su camioneta “de colección”, va a comprarle a mamá algo realmente especial.
Ahora te encuentras en la plaza de la ciudad, parado frente a la joyería que ha estado aquí durante 70 años, o al menos eso dice el letrero en la ventana. Realmente deberías estar trabajando en tu proyecto de Ciencias o practicando básquetbol, pero no puedes confiarle esta compra a tu padre. De alguna manera te sientes obligado a ayudarlo, ya que es obvio que no recibió el gen de las compras. El buen hombre en la joyería ha sido muy paciente, mostrando a tu padre todos los diferentes tipos de joyas y explicando los diferentes grados de diamantes basados en las 4 C. Mientras el hombre le explicaba que el valor de un diamante se basa en el color, la claridad, el corte y el peso en quilates; tu padre no quería admitir que los $300 dólares que tenía en su bolsillo de la venta de su vieja camioneta no serían suficientes para comprar ninguno de los diamantes que le estaban mostrando. Después de un rato, tu padre amablemente le explicó al encargado que tendría que pensarlo y salió de la tienda.
Mientras tu padre y tú caminan por la calle adoquinada de vuelta al auto, puedes ver que está angustiado y obviamente necesita tu ayuda. Miras a tu padre, mueves tu cabeza y le dices: —Tengo una idea, pero necesito llegar a casa y encender mi computadora para investigar. —Poco tiempo después, estás escribiendo frenéticamente en la computadora, con tu padre sentado a tu lado, mirando con desconcierto. —Aquí está. Esto es lo que necesitas comprar a mamá para su cumpleaños —le explicas a tu padre.
El sitio web que has encontrado en la computadora explica cómo puedes nombrar una estrella por sólo $19.95. El precio incluye un certificado bellamente enmarcado con el nombre de la estrella y las coordenadas donde la puedes encontrar en el cielo.
—¿Tú crees que sea un sitio web legítimo?—pregunta tu padre.
Tu papá siempre ha sido un poco más pragmático cuando se trata de regalos, de ahí el fracaso abismal de la aspiradora como regalo de cumpleaños. Le explicas a tu bien intencionado, pero demasiado lógico padre que solamente la Unión Astronómica Internacional puede nombrar estrellas, pero que ese no es el punto importante.
—Es como comprar flores —le explicas mientras que él se sienta impacientemente en la silla de al lado—. Gastas mucho dinero para traer un hermoso ramo de flores a casa y unos días después mueren. —Enfatizas la importancia, para que te entienda, de que se trata del simbolismo detrás del gesto, no del objeto en sí. Aunque la estrella realmente no cambiará de nombre, el punto es que él se tomará el tiempo para elegir la estrella perfecta y hacer que mamá esté muy feliz. La razón de ser de esta locura es bastante simple realmente, —No vas a nombrar ninguna estrella vieja, ¡vas a elegir la estrella perfecta! —le explicas.