G5 – ¿Cómo se hacen los refrescos? 850L – 04
El proceso de manufactura
Preparando el agua
La calidad del agua es crucial para el éxito de un refresco. Las impurezas pueden degradar el sabor y el color. Por lo general son eliminadas. El agua purificada se vierte a través de un filtro de arena. Este proceso de filtrado elimina cualquier partícula fina. El agua pasa a través de una capa de arena y capas de grava más gruesa para capturar las partículas. Tal vez recuerdes, las sustancias en una mezcla a menudo se pueden separar. Se lleva a cabo también una esterilización para destruir las bacterias y los compuestos orgánicos que pudieran estropear el sabor o el color del agua.
Luego, el agua se bombea a un tanque de almacenamiento y, una vez allí, se le agrega una pequeña cantidad de cloro. El cloro se usa porque mata las bacterias. Por último, un filtro de carbón activado elimina el cloro y la materia orgánica sobrante. Este actúa igual que el filtro de arena pero puede eliminar partículas más pequeñas.
El azúcar disuelto y los saborizantes concentrados se mueven a los tanques donde se mezclan cuidadosamente. El agua y el jarabe se combinan con precisión en máquinas llamadas dosificadores. Estas máquinas tienen nombres muy adecuados para describir el papel que desempeñan en este proceso. Se aseguran de que se agreguen las proporciones correctas de agua y jarabe a las mezclas.
Una vez que todos los ingredientes han sido mezclados, se necesita un paso final. Sin este último paso, la soda no sería el mismo producto que conocemos hoy. El último paso es agregar la carbonación, lo que le da a la soda su sabor refrescante y familiar. La cantidad de presión de dióxido de carbono utilizada depende del tipo de refresco.