G7-La ciencia detrás del cuidado de la piel _02
¡Ha llegado el verano! ¡El Sol se hace presente! Necesitas bloqueador solar para cuando vayas a la alberca. Sin embargo, cuando vas a la tienda a comprarlo, te encuentras con muchas opciones. No sabes cuál es la mejor para cuidar tu piel. Deseas garantizar la máxima protección contra la radiación ultravioleta procedente del Sol. Para tomar la mejor decisión, primero tienes que mirar lo que la radiación le hace a tu piel y entender qué papel juega la piel en el cuerpo humano.
El Sol proporciona energía a nuestro mundo. Ayuda a las plantas a crecer. Nos da calor durante el día. Su energía se almacena incluso a través de paneles solares y se utiliza para alimentar artículos del hogar. Todo esto es posible debido a la radiación proveniente del Sol. La radiación solar se clasifica en grupos dependiendo del tamaño de las ondas provenientes del Sol.
Hay microondas, ondas de radio, infrarrojas, luz visible, ultravioleta, rayos X, rayos gamma y rayos cósmicos.
La radiación ultravioleta (UV) es la que puede causar daños en la piel, incluido el cáncer. El Sol emite tres tipos diferentes de radiación ultravioleta. Cada tipo tiene una longitud de onda diferente. El tipo C, o UVC, tiene la longitud de onda más corta. La atmósfera absorbe la radiación UVC y no llega a la superficie de la Tierra. El tipo B, o UVB, tiene ondas ultravioleta más largas que el tipo C. El tipo B alcanza la superficie de la Tierra. La radiación UVB afecta la capa superior de la piel y es la causa de las quemaduras solares, así como de algunas formas de cáncer de piel. El tipo A, o UVA, tiene la longitud de onda más larga de los tres. También llega a la superficie de la Tierra, pero penetra más profundo. Alcanza la segunda capa de piel. El tipo A contribuye a algunos tipos de daño en la piel y es el principal responsable de las arrugas y el envejecimiento prematuro.