G5_Refracción a la orilla del agua 850L_01

Una mañana soleada y despejada, Alex se reunió con un grupo de amigos para ir a nadar. Alex vive en Australia. En su país, la natación es una actividad muy popular, pero también puede llegar a ser arriesgada. Hay muchas criaturas grandes y peligrosas que viven en las aguas más profundas que rodean esta nación isleña. Alex y sus amigos tratan siempre de permanecer cerca de la costa en las aguas salobres del estuario.

Alex y sus amigos se habían convertido ya en grandes nadadores. Se lanzaban de un lado a otro en lo que parecía ser un interminable juego de “corre que te alcanzo”. No había pasado mucho tiempo cuando de pronto uno de los amigos de Alex vio algo muy interesante. Se encontraba en una gran rama que se extendía hasta el agua. Los amigos de Alex estaban asombrados por el tamaño de este insecto tan grande y feo. Parecía tener una cantidad interminable de patas y dos antenas que salían de su enorme cabeza. ¡También tenía unos ojos gigantes y aterradores!

¿Qué será, se preguntaban? ¿Será amistoso o peligroso? ¿Nos querrá comer o nos lo podemos comer a él? Quizás te preguntes por qué Alex y sus amigos piensan en un insecto como alimento, pero la razón es obvia. Alex y sus amigos son peces, y no cualquier pez, son peces arqueros. Los peces arqueros son maravillosos cazadores. Alex y sus amigos quieren crecer para ser como sus padres. Alex sueña con convertirse en un gran cazador como su padre, pero sabe que debe practicar mucho para adquirir estas habilidades.

Estos peces jóvenes han tenido poca práctica cazando insectos. Instintivamente saben que deben trabajar juntos para cazar a este insecto grande y feo. Te preguntarás: “¿Cómo puede un pez que vive en el agua alcanzar a un insecto que no está dentro del agua?” El pez arquero posee una habilidad única que ningún otro pez tiene. Los peces arqueros son capaces de disparar un chorro de agua con su boca con una precisión increíble. El chorro de agua puede recorrer varios metros.

Es lo suficientemente poderoso como para derribar al desprevenido insecto desde su posición. Si bien esta habilidad parece fácil, en realidad no lo es. El pez arquero tiene un pequeño surco en la parte superior de su boca. Este le permite lanzar este potente chorro de agua.